viernes, 18 de febrero de 2011

La soledad me invitaba a entregarme a la oscuridad. Decía que me podía ayudar. Que el silencio sería mi mejor amigo, que en las noches estaría conmigo. Que las paredes me ayudarían a escapar. Que soñando todo el día no sentiría más. Que me iría de la realidad, que entraría en la nada. Que ya no tendría ganas...

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